Hace poco más de un año se vendió otro 250 GTO en poco más de 30 MDD.
No se sabe quien fue el comprador, ni cual de los 36 250 GTO’s fue vendido. Se ha dicho que Paul Pappalardo fue quien vendió el GTO #5111GT pero esa información es falsa. Si es que llego a conseguir más datos, los publicaré, pero la transacción que se realizó hace un mes, y sus participantes, se han mantenido muy en secreto.
Sigo impresionado con el mercado de autos clásicos que está de locura, algo está pasando que los autos clásicos se están apreciando de manera impresionante, y los Ferraris parecen ser los que más están ‘sufriendo’ de esto.
Empecemos con el 275 GTB/4 NART Spyder que se subastó hace un par de meses en 25 MDD, cuando anteriormente uno igual con pedigree de carreras y una aparición en la película de The Thomas Crown Affair, se vendió en menos de 4 MDD. Los Dino GTS en buen estado están superando los U$600,000, cuando hace poco sufrían por llegar a los 400, un par de F40‘s con poco kilometraje han sido vendidos en más de un millón de dólares, cuando su precio máximo era de unos 600 mil.
Tampoco olvidemos al McLaren F1 que se vendió en Pebble Beach por más de 8 MDD, mientras que pocos meses antes cambiaban de manos por menos de seis, y antes de eso no superaban los tres millones.
No se si lo que esté pasando es que hay gente con demasiado dinero que puede pagar cualquier cifra de dinero por un auto, o si realmente ahora los autos están siendo valorados más, ya que en comparación con las piezas de arte, los autos siempre han tenido un valor menor. Y no estoy hablando de grandes obras de arte, sino de pinturas que de arte tienen lo que un Chevy tiene de obra maestra de la ingeniería.
Bien por nuestro querido Carlos Hank Rhon, quien hizo una buena inversión.