Llegar poco después de las 8 de la mañana al Centro Dinámico Pegaso en Toluca tiene que tener una buena razón. Esta vez no fue una, sino dos, la nueva Serie 4 y la nueva X5 de BMW.
Podría empezar a extenderme en las especificaciones de cada auto, pero eso lo puedes encontrar en las noticias que publicamos sobre el lanzamiento de ambos. Ahora, lo importante es el verdadero desempeño que cada auto nos ofrece. Y no me refiero a aceleración, distancia de frenado y otras cifras que se miden con una caja, sino a que si ambos son autos que realmente buenos.
Empecemos con la X5. El modelo de prueba era con motor 5.0 litros V8 Twin-Turbo con 450 hp y 480 lb/ft de torque en versiones de lujo y M Sport, ya que primeramente ésta serán las únicas versiones que BMW traerá a México. Más tarde llegará la versión con motor L6 TT de 3.0 litros.
La demostración de las capacidades off-road de la camioneta se limitaron a una vuelta al circuito con un par de parentesis sobre el funcionamiento de la suspensión. Recorrido que nos invitaron a probar por nosotros mismos, pero ante la negativa y ansiedad de ir a la pista de otros periodistas, no se repitió.
En la pista, el modo Comfort realmente nos muestra las diferencias en la suavidad de la suspensión en relación al modo Sport. Podría decir que es como si pasaras de modo SUV a modo Automóvil. La diferencia entre ambos modos en el body-roll durante cambios de dirección bruscos es bastante notable. Hablando de potencia, el motor es bastante agradable para los que nos gusta pisar el acelerador, acción que es acompañada por un silbido que asemeja más a un supercargador que a un par de turbos, y que además vuelve imponente a la X5.
Por otra parte estaban los 428i y 435i M Sport que lógicamente únicamente probamos en pista. Mi enfoque fue mayor hacia el top de la línea, y por esta razón pasé la mayoría de tiempo en él. Lamentablemente éste fue poco para probar ambos autos, aun así traté de realizar una reseña en video, pero con tan solo unos 8 minutos libres al volante, no pude hacerlo de manera satisfactoria.
Aun así, en el poco tiempo en pista y con mi poco conocimiento de ella, pude probar algunas características dinámicas del auto. La dirección es precisa, y el auto sufre de poco subviraje. Desde las 3,000 revoluciones el motor responde con facilidad y no tiene nada de “turbo-lag”. Las asistencias de manejo facilitan en mucho la conducción al límite y es clara la intervención que hacen para evitar incidentes. De manera extraña, en modo ‘sport’ la caja de cambios semi-automática tardaba en realizar los cambios de marcha hacia abajo, pero al apagar el control de tracción, el problema se solucionó.
En el departamento de lujo creo que no hay mucho que comentar. Tanto la X5 como ambos Serie 4 cumplen con el estándar de BMW al ser cómodos y elegantes. El equipamiento es bastante en cualquiera de las versiones, y si optas por la M Sport, los terminados se vuelven más deportivos, y el volante gana un brazo que lo vuelve mucho más atractivo que el volante normal.
Al final me quedé con ganas de seguir realizando más tests, pero no fue posible. Estoy haciendo lo necesario para que dentro de poco pueda realizar una prueba más a fondo de ambos autos. Tanto un off-road más completo para la X5 como una prueba más completa en pista y calle de la Serie 4.
