Esto es lo que pasa cuando pones 340 hp en un Z4 y lo combinas con un precio bastante atractivo.
Se necesitan varias cosas para poder ser un deportivo convertible que compita al nivel del Boxster, y el Z4 parece tener casi todas las cualidades para situarse en como un competidor directo el Porsche.
Empezando por el motor, el excelente L6 3.0 litros Twin Power Turbo ahora produce 340 hp y 331 lb/ft que llegan a las ruedas traseras mediante una transmisión secuencial de doble clutch y 7 velocidades, que aunque no es tan buena como la PDK, ya con esas dos características el auto está compitiendo con el Boxster tope de la gama, el GTS.
El carácter deportivo no sólo se refleja en el motor y transmisión del auto, sino también en los enormes rines de 19 pulgadas y la suspensión más dura cuya rigidez es variable dependiendo del modo de manejo que selecciones (Comfort, Sport, Sport+). En lo personal aunque si sentí la rigidez del manejo, nunca lo sentí incómodo al manejar en el hermoso pavimento de la Ciudad de México, lógicamente si tienes que irte con más cuidado, pero he estado más incómodo en otros autos menos deportivos.
Dentro del auto vemos un diseño moderno con toques deportivos y retro, ideado por Nadya Arnout, y que vienen cortesía del acabado en aluminio, los botones de la consola central, el volante, y la raya naranja que cruza los asientos deportivos que no cansan al realizar viajes largos o estar atascados en el tráfico. Mi única queja sería que la perilla del iDrive se siente ya vieja en relación a otros BMWs nuevos y la falta de controles como el scroller en el volante.
Como lo decimos en el video, el manejo deportivo es bastante balanceado, y esto no viene por casualidad sino más bien por costumbre de BMW además de una distribución de peso 50:50, lo que en conjunto con el motor delantero central da una excelente dinámica además que le da poco subviraje al auto.
El problema más grande de éste Z4 son sus frenos que ni se ven bien, ni actúan de manera ideal, los calipers parecen de modelo básico y el feeling al pisar el pedal es de mucho colchón antes de que el auto frene, volviendo difícil el calcular la fuerza aplicada al freno a grandes velocidades hasta que te acostumbras bien.
Finalmente nos encontramos con otro aparente problema del auto, y es que al abrir o cerrar la capota, ésta se comió la antena del auto, partiéndola en dos. Aparentemente a alguien ya le había pasado esto, y dobló la antena a la mitad lo que volvió más fácil que el sistema de retracción del techo la atrapara más fácilmente.
Para los que siempre esperaron un Z4M, éste es el más cercano que van a tener, y aunque tiene detalles que lo vuelven “no M”, es un muy buen deportivo y a un precio muy competitivo ($956,300 pesos).
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